El francés Eric Abidal levantó la cuarta Copa de Europa del Barcelona al cambiarse los papeles con el capitán, Carles Puyol, en un emotivo gesto de sus compañeros.
El jugador galo, que superó esta misma temporada un tumor de hígado y luchó contra viento y marea para jugar esta noche la final, fue el encargado de recoger el trofeo por iniciativa de los futbolistas del equipo español.
Abidal ha querido "dar las gracias a Xavi y Puyol", los dos capitanes del equipo que decidieron que fuese él quien levantara el trofeo al cielo de Londres tras superar un tumor en el hígado del que fue intervenido hace un par de meses.
Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona, dijo tras ganar su equipo la Liga de Campeones, que "el detalle que tuvo Puyol al ceder el brazalete de capitán a Abidal en la recepción de la Copa, es un acto que ilustra la vida de nuestros chicos en La Masía".
"El detalle de Abidal es la culminación del compañerismo, son gente que desde niños duermen juntos en La Masía. Con estos asuntos, te das cuenta que son diferentes, que son grandes personas. Con este entrenador que es el mejor del mundo, el mejor de la historia, con estos jugadores, con Messi, el número uno, tenemos talento, humanidad, táctica, técnica, el futuro está en la motivación para seguir ganando", afirmó Rosell en TVE.
Pero más allá de la euforia por ganar un título de esta envergadura, más allá de una temporada excepcional, la decisión que han tomado los jugadores del Barcelona de que Eric Abidal reciba y levante en el nombre del equipo la Copa de Campeones de Europa es un ejemplo de Trabajo en equipo, compañerismo y de un sentido de pertenencia que debe resaltarse por encima dek juego en sí.
Depués de una difícil enfermedad, incluida una intervención quirúrgica, Abidal la superó y se incorporó nuevamente a la disciplina deportiva. Mientras esto acontecía, sus compañeros jugaban y dedicaban cada triunfo a su compañero enfermo, rezando por su salud y pronta recuperación.
El pasado sábado, con este gesto tan desinteresado, los lazos de fraternidad y amistad se han fundido de una manera indescriptible: ¡un ejemplo a seguir!
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