Hace diez años "la montaña abrió la ventana". Con aquella frase de Martín Echevarría, Proyecto Cumbre entraba en sociedad y los deportes de aventura y riesgo controlado se convertían en una nueva válvula de escape a las tensiones diarias.
El 23 de mayo de 2001 José Antonio Delgado y Marcus Tobía tuvieron el mundo bajo sus pies al coronar la cima del Monte Everest, a 7.748 metros de altura. Junto a ellos, en ejercicio de responsabilidad compartida, Carlos Castillo, Carlos Calderas, Marco Cayuso y el propio Echevarría se encontraban en el campo base de aquella milenaria cordillera del Himalaya.
Tras una década de la hazaña del sexteto de expedicionarios venezolanos, han sido muchos los que han seguido sus pasos, no solo en el ámbito del montañismo, sino en otras disciplinas de aventura que tienen en la resistencia, la disciplina y la constancia como factores clave.
La conquista de la cima más alta del mundo fue el punto de partida de nuevos retos. En esta década, el equipo de venezolanos completó el periplo de las siete cumbres (las más elevadas de cada porción continental), caminaron hasta los extremos de la tierra, los polos Norte y Sur, escribieron un libro sobre sus andanzas y rodaron un documental sobre la misma temática.
Como desde el primer día, "la meta es el camino", por lo que los desafíos no concluyen. Se trabaja en una nueva expedición, posiblemente hacia Groenlandia aunque aún se afinan detalles.
Por otra parte, siempre en la actitud de que que cada venezolano visualice su propio Everest; la asociación civil Ascenso (el legado de José Antonio Delgado) adelanta el octavo festival Ascenso dedicado a videos y fotografías de aventura así como el primer Expo Ascenso.
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